Cólera |
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La enfermedad del cólera ha sido conocida como una patología pandémica hacia mediados del siglo XIX. En esa oportunidad, el agente infeccioso fue descubierto en la India y se propagó hacia diversas partes del mundo. Luego se produjeron otras epidemias, dos de las más importantes tuvieron lugar en 1947 en Egipto y Oriente y en 1961 en Indonesia, trasladándose hacia muchas regiones del sudeste de Asia, África y Europa Oriental, llegando a registrarse casos en España e Italia. Casi a comienzos de los ochenta se registró el ingreso del cólera en el continente americano a través del Océano Atlántico (desde Europa Occidental). A mediados de esta década, finalmente ingresa a América Central y Sudamérica. El cólera es una enfermedad intestinal y el agente infeccioso es el Vibrio Cholerae. Dicho vibrio contiene distintos biotipos y serotipos que activan las epidemias. Los biotipos 01 y El Tor, y los serotipos Inaba y Ogawa son los que más comúnmente se presentan en las epidemias. Si bien el cólera no es fatal cuando se aplica el tratamiento sintomatológico adecuado, el índice de mortalidad alcanza al cincuenta porciento cuando la enfermedad no es tratada a tiempo. En algunos casos menores al uno porciento, se presentan factores de disminución de las defensas que pueden ser letales a pesar del tratamiento sintomático. Los medios en los que se transmite el cólera son fundamentalmente el agua y alimentos contaminados, pero también se pueden presentar casos de transmisión por contacto. Dado que el reservorio natural del vibrio es el hombre, esta enfermedad es una de las de mayor preocupación en el marco de los controles de la Organización Mundial de la Salud. Los síntomas del cólera demoran entre uno y cinco días en manifestarse e incluyen diarrea, vómitos, deshidratación, acidosis y problemas de orden circulatorio. La confirmación de la infección se produce a través de pruebas microscópicas realizadas en excretas y/o vómitos del paciente afectado, cuando se detectan los distintos biotipos y/o serotipos del Vibrio Cholerae. Si bien el cólera es una enfermedad pandémica y potencialmente peligrosa, existen en la actualidad medidas relativamente simples para prevenir su gestación y propagación. Las acciones más importantes son el control de moscas sinantrópicas y/o especies potencialmente portadoras del vibrio; mantenimiento adecuado de las redes de agua potable; eliminación de cruces entre cañerías de agua y cloacales; limpieza y desinfección periódica de tanques de agua potable y un frecuente análisis microbiológico del agua de consumo. También se recomienda siempre hacer un control del estado de los alimentos y un lavado adecuado de frutas y hortalizas. |
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