Las normas ISO son posiblemente los sistemas de gestión de la calidad más desarrollados en el mundo. En términos formales, estas normas son un conjunto de reglas establecidas por la Organización Internacional para la Estandarización (ISO) de aplicación en cualquier tipo de organización (empresas, industrias, instituciones, etcétera). Las normas ISO se iniciaron en 1987 a partir de la implementación mejorada de normas de estandarización utilizadas en Gran Bretaña, poniendo énfasis en el aseguramiento de la calidad de los productos y servicios a partir de un conjunto de políticas de control que asegure la uniformidad en todos los pasos del proceso productivo o de servicios. El conjunto de normas ISO se extendió a partir de 1994 principalmente en las empresas dedicadas a producción.
Objetivos básicos de las normas ISO
Aumento de la productividad (contemplando mayor nivel de ventas y reducción de costos).
Reducción de defectos en la producción o prestación de servicios.
Trazabilidad en todo el procedimiento de la empresa, a partir de la definición exacta de cada proceso mediante documentación específica (manual de calidad, de procedimientos, instrucciones técnicas, instrucciones de proveedores afectados al proceso productivo, etcétera).
La versión 2000
En esta familia de normas se incorpora al sistema de gestión de la calidad el concepto de visión integral y dinámico de la calidad y las políticas de mejora continua, que comprenden los siguientes objetivos adicionales:
Lograr que los productos o servicios entregados cumplan con los requerimientos del usuario final y se ajusten a las reglamentaciones vigentes.
Asegurar la satisfacción del usuario final a través de procesos de mejora continua y de prevención de no conformidades.
Los cuatro principios fundamentales de la ISO
Existen cuatro principios en todo sistema ISO y que interactúan entre sí. Estos principios son los siguientes:
Responsabilidad de la Dirección
Gestión de recursos
Realización del producto o servicio
Medición, análisis y mejora
El escenario actual
Actualmente en vigencia, la versión 2008 de la familia de normas ISO agrega mejoras relacionadas con el manejo de la comunicación con el cliente, el uso adecuado de la tecnología informática y la protección del medio ambiente. Sobre este último punto está centrada la norma ISO 14000. En 2015 se implementó a nivel mundial una actualización del conjunto de normas ISO 9000, es decir, la denominación ISO 9001:2015. Finalmente se ha desarrollado la norma ISO 22000, sistema de gestión de la calidad total en la industria alimentaria. Esta norma, además de incorporar los conceptos de ISO 9000 y 14000, contempla aspectos críticos específicos del proceso de producción de alimentos.
ISO y control de plagas
Cuando una prestación de servicios de control de plagas tiene como destino organizaciones que acreditan normas ISO, todo el tratamiento deberá alinearse al manual de calidad de la organización objetivo. Para tal fin, la compañía de control de plagas incluirá en su prestación los siguientes elementos básicos:
Programa de servicios, definiendo todos los detalles del tratamiento a efectuar.
Documentación legal incluyendo la de los productos a aplicar, teniendo en consideración que se trata de plaguicidas, y por lo tanto debe asegurarse un procedimiento bien definido para evitar defectos por riesgos emergentes.
Plan de contingencia.
Supervisiones y controles de servicios programados.
Trazabilidad en todo el tratamiento: esto es, definición de todos los procesos que comprenden el servicio, desde la inspección inicial hasta la entrega de la certificación del tratamiento efectuado en el período (mes, bimestre, etcétera, según corresponda).
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